miércoles, enero 18, 2006

Le Tigre

Llevo unas cuantas horas sentado frente a mi computador, tratando de comenzar a escribir un trabajo, pero encuentro miles de pretextos para no hacerlo.

Ahora el pretexto es escribir aquí…

Vivo en un ambiente muy extraño, estoy a cinco minutos caminando del metro y a un kilómetro de aquí está el palacio de gobierno, con esto quiero decir que vivo bastante centrico. Pero entre Madrid y yo, hay un gran parque, el Parque del Oeste, que hace que a ratos pase más tiempo del que quisiese aquí en mi casa (Colegio-Mayor), puede ser también que aquí tengo de todo, tengo comida, bar, cine, amigos de todo el planeta (a los cuales aun no me canso de interrogar, últimamente me ha dado por preguntarle cosas a la gente de Europa del Este).

Trato de armar rompecabezas, que lamentablemente ocupan más tiempo de mi cabeza-procesador del que quisiera. Estoy por primera vez, creo..., en mi vida, de no enterrar un problema, sino de padecerlo, tal como se lo digo a medio mundo cuando doy mis “prédicas filosóficas”, es raro y duro, a veces me gustaría tener la mitad de los datos que tengo de lo que me rodea, a lo mejor me gustaría re-inventarme y apretar STOP o RESET.

Creo hacerlo…

Hoy una amiga, me decía que tengo que lidiar con mis ansiedades y manejar mis expectativas de las situaciones y personas, y que notaba que trataba de abarcarlo todo.

Ella nunca ha visto fracasar mis proyectos o ideas, yo si los he visto, le agradecí sus palabras. Bueno es parte de mi personalidad, el querer escuchar cosas que ya sé.

Estoy contento, aunque los estaría más si no tuviese que escribir estos putos trabajos, me quiero quedar por un buen tiempo aquí en Madrid, me gusta esta ciudad, aunque este bosque gigante, que en otoño recorrí completo, me separa y aísla un poco de la ciudad, camino 10-15 minutos a la redonda y me encuentro con por lo menos 5 bibliotecas que serían impensables en Chile.

¿Qué será de mis cosas en Chile?, es raro, pero cada vez tengo menos sentido de pertenencia con mis cosas, extraño a mi gente y a mis libros, extraño tomar cerveza artesanal en el Budapest, en la terraza y con calor.

¿Qué estaré haciendo a fines de este año?

Estoy leyendo Deleuze y Foucault, ya parezco disco rayado, lamentablemente aquí entre estas 200 personas con quienes vivo, no encuentro con quién conversar estas cosas, y estoy odiando en demasía el hablar y que la gente: o me mire con sincera atención, o que piense en cualquier cosa y me escuche por deferencia. Es decir, no tener dia-logo.

Me gusta una chica que es bibliotecaria, más bien creo que me gusta más su profesión que ella misma, me encanta estar con ella y hablar de libros y ediciones, me dijo que mi libro estaba muy bien editado y recato en un pequeño detalle (le faltaba el copyright), eso me gusto y sedujo..

Si lo sé, siempre odio o me enamoro de la gente por tonteras…

Que rabia, se me ocurrio hacer este trabajo sobre “derechos humanos económicos”, aún me cuesta definirme políticamente, según una amiga soy ultra-conservador, yo no lo creo…, aunque sí me considero algo rígido en mis apreciaciones y placeres.

Quiero volver a escuchar a Franz Ferdinand en vivo. Este fin de semana prometo ir al Prado, necesito mi foto junto a Las Meninas, también necesito ediciones nuevas de mis libros de Carroll que lamentablemente abandoné en Chile, los cuales se deben estar resecando en el entre-techo de mi casa (algo que me hizo notar mi querida e idealizada bibliotecaria).

Compre maní en cáscara, como el del Liguria (extraño ese lugar…), he comprado muchas veces, pero esta vez están horribles, re-secos y pequeños.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sabes.. muchas veces.. me h sentido como tú...es incomdo.. pero.. anímate.. y sonr

Anónimo dijo...

no puedes ir al prado maldita perra. tenemos que ir los dos juntos. y nuestra foto? necesitamos hacerla