Ayer iba por Madrid con un amigo, eran las 12 del día y veníamos borrachos con una botella de cerveza cada uno (fue divertido pasear por Serrano así), y nos topamos con una exposición de Claudio Bravo.
El clima comienza a mejorar, esta muy agradable todo. Aunque desde Santiago me llegan extrañas frecuencias familiares, que me dejan seco. Estoy cortando el cordón umbilical y eso esta siendo traumático para muchos.
¿Qué prefiero? Preferiría pasar una temporada en Japón, reconozco que no quiero volver a Chile, siento un extraño des-arraigo de mi país, mi gente y mis cosas.
Iré a una exposición al museo Thyssen, sobre las vanguardias rusas.
Anoche me dio por caminar (desde Callao a Moncloa), generalmente cuando camino pienso muchas cosas, pero anoche estaba en blanco.
Prefiero escribir un post sobre un fantasma dulce, prefiero escuchar todo el día Velvet Underground, prefiero salir al parque del Oeste con una cerveza o un porro, prefiero perderme por algunas calles azules, prefiero no idealizar a la gente y sus sabores, preferiría ser transparente, preferiría ser un poco más valiente, preferiría ser millonario, preferiría saber que cosas pasan por la mente de mi padre, preferiría carecer por siempre de responsabilidades, quiero ser como Cioran y no trabajar, prefiero saber mucho de música y fetiches que saber sobre sistemas políticos.
Ayer un chileno con un peruano casi se pelean mientras bebíamos felices unas caipiriñas, los encontré a ambos tan estúpidos discutiendo por países inventados y fronteras saltarinas, me dieron ganas de golpearlos a los dos y salir corriendo por una ventana.
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