Espeso

I

Siento el crujir en mi boca,
formando uno con lo espeso,
miro horas de lentitud, miro reflejos de belleza,
me imagino, manos expertas y curtidas de belleza,
recreo las miradas fijas, los ojos cansados,
me duele el imaginar años del mismo rito,
me molesta la labor de rutina y las vidas pasadas
dentro de un horno.

Lo como rápido y sin mirar,
lo siento fuerte y amarillo,
lo elevo a caminos de gloria,
lo leo en bocas dulces,
lo alcanzo brevemente en tiempos pasados,
lo toco por segundos en miles de años de rencor,
lo recorro lento, como una piel,
derrite la sensualidad de una tarde,
plasma el correr de los siglos,
quisiera poder atochar mi boca de placeres pasados,
necesidad de trigo, de levadura y sal,
la lluvia y el frío de esas tardes interminables de invierno,
se minimizan con el vapor que sienten mis labios,
y ese olor a fresco, ese olor a madre, ese olor a años,
una labor cuasi universal, un trabajo eterno,
un trabajo que en mitos se multiplica,
un correr que a ejércitos reconforta.
no me gusta gastar sentimientos, no me gusta llorar
cantos,
prefiero el sentir de paredes sedientas de placer.



II


Cansado de esperar cielos incongruentes,
creo que ya no podré sostenerlo más,
arde y quema,
molesta y aprieta,
los aires de riqueza se acaban con los días,
el agua no logra juntarse con la harina,
pierdo esperanza, pierdo altura,
ya no se puede alcanzar el azul.
me estoy cansando, me estoy enloqueciendo,
respiro,
respiro,
el fuego me quema, la sal no me deja beber,
el día quiere alegría,
el alma necesita espacio,
rato de dárselo,
necesito,
sólo dos espacios más, solo dos quimeras más,
sólo dos más,
el fuego, la llama no alcanza, la noto cansada,
se divisa alta, se marca en la piel, pero ya no puede
quemar.



III


Hermanos del cielo y del mar,
hijos de la tierra y el espacio,
denme sabor, denme vida,
de a poco se nota cómo se eleva el alma,
se esfuma como si fuese amor.
Alegría se junta con decadencia,
frutas se fermentan y forman rabia
caminos se juntan y hacen vidas,
no se siente la destreza para poder llevar el canto.
Imagino artes de locura,
imagino recetas de miles,
se leen fáciles,
agua, sal y harina
y si se puede levadura,
de niño pensé en lagunas de tiempo,
de viejo pensaré en lagunas de tiempo,
de joven sólo queda imaginarlas.
la censura de mi tiempo quiere llantos completos
pero si dejo fluir, solo veré senderos por explorar
nada de llantos sólo pasiones,
nada de penas sólo amores.



IV


Siento viajar el vapor por mi cuerpo,
suave se derrite la mantequilla en él,
para luego fundirse en mi boca,
ese calor lo veo de antaño,
ese placer lo sentiré por siempre,
ese camino lo recorreré hasta el cansancio.
vuelo con alas aún no propias,
siento con almas todavía inciertas,
la carrera ya se inició,
quisiera distinguir mejor la llegada
volar se expresa en espacios,
sentir en corridas.



V

Elévame a tu cuerpo,
transmíteme tu palpitar,
quisiera poder sincronizar,
el palpitar de nuestras vidas,
poder fundir en una nuestras miradas,
caminar atado a tu piel,
fijar como meta tus manos,
gozar la esperanza que me da tu mirada.



VI


No quiero permitirme fluir,
no necesito permitirme fluir,
necesito mirar el ocaso,
necesito entender el amanecer,
quisiera poder encontrar romances en las hojas,
sería bello poder imaginar amores en lo opaco.
poder controlar mis latidos,
conducirlos por un sendero aunque utópico,
perfecto.



VII


En el cielo se nota una marca,
en lo dulce se trasluce una estrella,
es la huella de la vida que nos muestra su camino,
es imposible negar nuestro destino en el cielo,
lo noto a diario, huele a sangre.
huele a entrega, huele a esencia,
en el alma de los amantes se mira la vida,
se trasluce la entrega, se ve el dar.

Pablo Matamoros, 1998