Creo que fue el año 1978, caminaba de la mano de mi padre, por la Alameda, frente al Cerro Santa Lucía, por donde esta ese gigante mural dedicado a Gabriela Mistral. Hacía calor, era verano, mi padre me dijo si quería entrar a esa zona del cerro; fuimos y dentro de ese lugar, había un tipo que amaestraba a cinco cocodrilos, el tipo los provocaba y jugaba con ellos.
Había mucha gente, era como un foro circular de dos pisos, donde todos los espectadores miraban como jugaba el cuidador con esos cocodrilos.
Cada vez que paso por ahí, me acuerdo de los cocodrilos, desde que los ví, de cuando en cuando sueño con ellos, y cada vez que paso por ahí una extraña sensación me recorre.
viernes, febrero 16, 2007
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