Piaf

Hoy he dormido demasiado y ahora no tengo nada de sueño y menos quiero imaginar mi clase de más rato sobre “constitucionalismo comparado”.

Hoy en la tarde después de beber demasiado vino en el almuerzo, dormí una siesta, considerando que desperté a las 12 del día, he dormido demasiado.

He tenido dos sueños extraños que no detallaré, pero dos hechos lo describen:

1. (el de anoche) Vivía en un planeta extraño como de nerds, como de juego de rol, y me perseguía alguien que era como una princesa o algo raro (era la Cata – a quien vi por última vez en Chile con un abrigo amarillo), lo que recuerdo es que “combatíamos” con flechas, yo creo que ganaba el match, pero ella lograba clavarme una flecha entre ceja y ceja, la cual me dolía demasiado y me costaba mucho quitarme.
2. (el de la siesta) El otro sueño era más raro aún, era en mi mismo colegio mayor, con clases y todo, pero me hacía clases un profesor de mi escuela de filosofía y el sueño terminaba conmigo poniéndome mi polera azul de pánico, que le compre a carolina tres estrellas, hace 9 años, en plaza Italia. En eso desperté con una extraña sensación y algo de paranoia.

Luego de eso, al despertar se me ocurrió la genial idea de:

1. Hablar por teléfono
2. Leer un cuento de Borges: Las ruinas circulares de Ficciones. El cual tenía un contenido bastante onírico.
   

Pandora me dijo que los sueños no significan nada y son una mierda. Tiene razón. Son tan inservibles y absurdos como creer en los signos, las supersticiones o los dioses. Es decir: como todo.

Pero:

• divierten
• hacen pensar en cosas raras
• Carecen de sentido
• Son intensos
  

Ahora escucho Edith Piaf y no tengo nada de sueño. Quiero empezar a escribir de nuevo, a lo mejor cuentos o poemas.

El clima aquí esta muy raro, me recuerda al sur, me dan ganas de comer pan amasado, de dormir y de follar.

Hoy terminé de ver Life Acuatic, me gustó mucho, Wes Anderson, clasifica como mi director contemporáneo favorito.

Los gatos andan haciendo lo que hacen en Santiago en Agosto, es decir: Reproduciéndose y haciendo esos ruidos horribles que parece que estuviesen poseídos.

Amo las contradicciones, suelo ser contradictorio. Me doy cuenta que mis amigos y compañeros politologistas por lo general no lo entienden y piensan que estoy algo loco o que soy demasiado o algo excentrico (uff…si conociesen a Bello o a Rodri, creo que pensarían de mí exactamente lo contrario…)

Cada vez me importa menos el entorno o me da más lo mismo cambiar el planeta tierra o hacer algo por ello. Creo que me estoy poniendo muy individualista.

Individualista y perezoso

Una buena mezcla, como el vodka con el agua tónica.

Desde que llegué a Madrid no he tomado Dry Martini…

...Debo remediar eso...