martes, febrero 28, 2006

Palmera

Hay un olor y sensación muy particular, que suelo sentir algunos días en la playa, en febrero – en el hemisferio sur – cuando este mes es el cierre del verano, explico:

Luego de pasar un día en la playa, jugando con areno o tirándole al agua, por las tardes antes de tomar té, suelo bañarme para sacarme los restos de arena y sal de encima, antes de comer algo o de tomar té o cerveza. Es salir a ver la puesta de sol y sentir un poco de frío. Ver como el sol se va y ponerse algo encima para no pasar muy frío. Cuando pasa eso, suelo estar descalzo y tener algo de arena entre mis dedos.

Ahora estaba en el parque del Oeste, frente al colegio, estaba fumando mi pipa, pasando algo de frío y leyendo la cíclica y perturbadora Lógica del Sentido. Algo similar sentí.

La diferencia que aquí es invierno y la primavera se viene ahora. Aión y Cronos no me dejan tranquilo, me persiguen hace muchos años, y creo que lo harán por siempre.

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