viernes, septiembre 07, 2007

Caninos


Llevo años tratando que mi perro no duerma en la cabecera de mi cama, ahora que esta viejo, más me cuesta.

Me encanta el sur, viviría feliz por ahí. Estuve en Valdivia, comí torta Sacher en el Entre-Lagos, y llegué a la Kunstmann demasiado tarde y estaba cerrado.

No podré escaparme nuevamente, de hecho no tengo razones para escaparme; la oferta era tentadora, y justo ahora que solo pienso en esos días de caminatas eternas, por ciudades un tanto más amables.

Hice mi primera clase de griego antiguo el miércoles, fue divertido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tres párrafos y medio, un re-cord!! como diría J.M.