Playgirl

Han sido semanas extrañas y buenísimas. El fin de semana pasado lo pase en Salamanca, que ciudad, increíble, bellísima, y una movida espectacular (estuve hasta las 8:30 am en un after-hour..PUNK!!).

Bueno, mis aventuras medievales y rockeras en Salamanca, me llenan de felicidad.

Anoche fui a ver a Ladytron, fue de lo mejor, también hizo de telonero una banda electro-pop española, como de las que escuchaba en Chile antes de venirme. Ya me estoy ubicando en la movida de por aquí y eso me hace feliz. Y el miércoles esto sigue pues voy al concierto de Franz Ferdinand.

Pero lo que me tiene a-co-jo-na-do (como dirían en España…), es que he conocido muchas personas y tengo gente que puedo considerar como amigos, y más aún vivo en una casa de estudiantes con 200 personas más, de los cuales he de conocer un 70%, pero no he encontrado NADIE, con mis gustos y pretensiones. En algunos ámbitos comparto realidades e intereses con gente, pero nadie escucha, lee o saborea lo mismo que yo.

Si esto lo hubiese escrito hace un par de días, estaría hablando de Salamanca y la vida de rico, que me di ahí, pero no…. (en Salamanca salí solo y me hice amigos pasajeros…escuchamos Mcnamara o Alaska y cosas viejas y under españolas…, en un lugar como el 777 y luego nos fuimos a bailar a una disco mas hardcore que la Blondie, y luego al after Punk)

Anoche después del concierto me fui a caminar por Madrid y beber a lugares que había ido con Chico, luego llegue aquí y me encuentro con dos amigos, uno Español y otro Portugues, este último tiene auto. E hicimos algo que me recordó mis aventuras adolescentes con el Enano, salimos a buscar:

“La Calle de las Putas”

Que en teoría queda “cerca” del acomodado y presidencial barrio en que vivo (Moncloa), el asunto es que estuvimos por dos horas dando vueltas por Madrid, y no encontramos la calle, pero recorrimos de lado a lado la ciudad.

Terminamos en un local, yo con un Vodka Tónica y ellos con cañas.

¿es muy rebuscado el vodka tónica?, se que es una ñoñeria, pero este año he conocido mucha gente que me mira con cara rara cuando lo pido. En Santiago una chica con quien salí, y aquí un amigo Salvadoreño (al cual he molestado ad infinitum, después de su confesión).

Ya encontraré con quien conversar, NO instruir, sobre Deleuze, Carroll o Parmenides o reirme con Bob Esponja.

Por ahora mis trip, modestia aparte, tienen mucha onda, pero un ingrediente de soledad, que no me molesta, pero si preocupa.

La vocalista de Ladytron es demasiado sexy.

En la espera del concierto había una chica que leía "The Valley of the Dolls", no me atreví a hablarle, y decirle como había marcado mi adolescencia esa peli.

elconciertofueenunlugarnotangrandeynocontantagente